[Text in Spanish]: El autor pretende indagar cuál es el origen y la naturaleza del incesto teniendo en cuenta que cuando Freud fundamenta el origen del complejo de Edipo en Tótem y Tabú, como también lo hiciera Lévi-Strauss en Antropología Estructural con respecto a la estructura de parentesco, ambos se apoyaron en la prohibición del incesto sin cuestionarse cual era el origen y la naturaleza de lo prohibido. Se señala que esto da lugar a equívocos no resueltos que aparecen al no diferenciar las organizaciones en que se desarrolló el proceso: una organización animal regida por la ley de la selección natural no se continúa con una estructura de parentesco sin haberlos diferenciados.
El autor hace una propuesta: para que el proceso fuera posible hicieron falta cambios evolutivos. La especie tuvo que haberse desasido en parte de la ley de la selección natural y haber alcanzado cierto nivel relacional sujeto-objeto y discriminado lo mío de lo otro. Se describe el nacimiento del hijo como el elemento faltante, la simbiogénesis, el recorrido por el recinto de la transmisión materna y el pasaje por la triangulación paterna y finalmente el establecimiento de un pacto que dio origen a la prohibición. Se destaca como un elemento esencial para entender el proceso, el papel estructurante de la libido narcisista en la evolución de la especie y en la evolución del niño.
Desde este punto de vista, el incesto es un producto muy elaborado. Es el resultado de un proceso en que se canalizan y transforman los instintos territoriales anárquicos en pulsiones humanas, (con orientación de objeto, afectos y representación), que circulan como libido en las relaciones intersubjetivas. En este sentido, el incesto es un híbrido hecho de naturaleza y de cultura. Este proceso no sólo ha ocurrido en la prehistoria sino que sigue ocurriendo con el nacimiento de cada niño. Para el psicoanálisis, de como se realiza este ingreso en la condición humana depende, en gran parte, la salud mental, lo que ubica al psicoanalista como observador participante de la evolución.
Raúl Jorge Aragonés leave a comment