[Text in Spanish]: Quiero comenzar expresando un sentimiento personal, que seguramente comparto con la mayoría de lectores. Me produce especial satisfacción y orgullo poder contar en nuestra joven revista con un «invitado» de la talla de Horacio Etchegoyen.
Me considero eximido de presentar al autor: su trayectoria profesional y su obra son de sobra conocidas y reconocidas en nuestro medio. Subrayaría sólo dos datos de su dilatado currículum con los que creo que queda reflejada la trascendencia de su aportación al psicoanálisis contemporáneo. En la vertiente institucional, destaca la presidencia de la IPA entre los años 1993-1997, como punto culminante de su actividad continuada y comprometida por el desarrollo del psicoanálisis. Desde el punto de vista de su producción escrita, sin duda hay que mencionar el libro Fundamentos de la Técnica Psicoanalítica. ¿Quién de nosotros no ha leído, consultado, estudiado o enseñado con él?
Precisamente el artículo que publicamos en este número es un estudio sobre la evolución de la técnica psicoanalítica, presentado en el 8º Encuentro de la Asociación Internacional de Historia del Psicoanálisis.
Etchegoyen nos ofrece un conciso y riguroso recorrido por la historia de la Técnica desde Freud hasta nuestros días. A través de distintos autores y escuelas, contrastando ideas y conceptos va perfilando los diversos caminos por los que discurren los cambios en nuestro trabajo clínico y en las teorizaciones que lo fundamentan.
Sabemos que muchos de los interrogantes y desafíos a los que se enfrenta el psicoanálisis contemporáneo tienen que ver con las modificaciones de la técnica, con la articulación entre ésta y la teoría, o con nuevas formulaciones sobre el método. La actualidad de estos temas y el interés que despiertan son indudables, las páginas de Intercanvis han sido claro reflejo de este fenómeno.
En este contexto creo que reflexiones como las que hoy nos transmite Etchegoyen, tienen una importancia que va mucho más allá del interés académico. Nos ayudan a recuperar la dimensión histórica del debate y las controversias técnicas, a constatar cómo acompañaron al desarrollo del psicoanálisis como disciplina desde sus inicios hasta la actualidad; en suma nos brindan perspectiva y amplitud, cualidades indispensables en esta problemática para mirar el presente y seguir pensando el futuro.
Dice Etchegoyen en el texto que no viene a opinar sino a dar testimonio. Por descontado que el suyo es un testimonio doblemente cualificado: el del conocedor y el del protagonista.
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