—¿Podría contarnos acerca de su trayectoria científica? ¿Su vínculo con el Ceffrap, con Didier Anzieu y con el Cuarto Grupo (Quatrième Groupe) fundado por Piera Aulagnier?
—Hice mis estudios de psicología en la Universidad de Estrasburgo, donde tuve la suerte de conocer a Didier Anzieu, quien fue mi profesor y luego de algunos años se volvió mi amigo y colega. La Universidad de Estrasburgo contaba entonces entre sus profesores a filósofos de gran envergadura como Paul Ricoeur y Georges Gusdorf con los cuales seguí cursos; también cursé estudios de sociología. En esta universidad obtuve mi Licenciatura y mi Diploma de estudios superiores en psicología. Encontré rápidamente un puesto de profesor adjunto en la universidad, en la Facultad de Ciencias Económicas de Estrasburgo, en un instituto que acababa de ser fundado por el profesor Marcel David para la formación de los cuadros superiores del movimiento obrero sindical. Este Instituto del Trabajo tenía una sección de investigación, para la cual fui contratado con el objetivo de […]
[…] Mi recorrido en las instituciones psicoanalíticas ha estado ligado a mi compromiso con las investigaciones sobre los grupos. En Francia en los años 1960 era mal visto por las instituciones psicoanalíticas que uno se interesara por el grupo, era considerado una resistencia a la cura 2. Trabajé en mi formación como psicoanalista y practiqué el trabajo psicoanalítico con el método del diván y con el método del grupo pero de esta última práctica no debía hablar en las instituciones psicoanalíticas.
El mismo Anzieu sufrió fuertes críticas hasta mediados de la década del 70, sin embargo Anzieu tenía una posición en el establishment que yo no tenía pues él era conocido y respetado por sus trabajos sobre el sueño, el autoanálisis y el yo-piel. Por lo que a mí concierne, sostenía ideas que escandalizaban aún más al medio psicoanalítico. En lo esencial avanzaba con la idea de que la realidad psíquica se desarrolla de una manera específica y consistente en los grupos, ella está organizada según el modelo del aparato psíquico, es decir liga y transforma la materia psíquica en sus propias configuraciones; esta realidad psíquica extratópica produce efectos sobre la formación del inconsciente del sujeto, y finalmente que el inconsciente no puede estar totalmente contenido en el espacio psíquico individual. Ningunas de estas propuestas podían ser sostenidas y discutidas públicamente en una asociación psicoanalítica, salvo con algunos psicoanalistas abiertos a estas cuestiones. Los psicoanalistas con los cuales mantenía relaciones de intercambio pertenecían a diversos medios del movimiento psicoanalítico tanto en Francia como en otros países. […]
Ezequiel A. Jaroslavsky déjale un comentario