Recordando a Stanislas Tomkiewicz

Resumen

Stanislas Tomkiewicz (Varsovia 1925, París 2003), fue pediatra y psiquiatra de niños y adolescentes de gran prestigio profesional y personal. Superviviente del gueto de Varsovia y del campo de concentración de Bergen-Belsen, llegó a Francia como refugiado político y gravemente enfermo. Su existencia y su vida profesional constituyen un arquetipo de resiliencia y sublimación del dolor. Este artículo es una síntesis de los acontecimientos existenciales, políticos y profesionales más relevantes de su vida.

Palabras clave
Pediatría, psiquiatría, holocausto.


Texto

Stanislas Tomkiewicz nació en 1925 en Varsovia en el seno de una familia judía cultivada e integrada en la sociedad polaca. Su vida transcurría plácidamente hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial cuando la Alemania nazi invade Polonia y un año después en octubre de 1940 el ocupante alemán ordena la construcción del gueto de Varsovia en el que hacinarían a todos los ciudadanos judíos de la ciudad. Tomkiewicz y toda su familia fueron recluidos en el gueto. La existencia en el mismo se le hacía cada día más insoportable y a consecuencia de ello tuvo dos intentos de suicidio en el año 1942. Él los refiere como uno pequeño y el otro muy grave.

En el primero me hice unos pequeños cortes en las venas con una navaja (todavía tengo las cicatrices). Mis padres acudieron enseguida, algunos gritos, unos vendajes y el suicidio había terminado. La causa de esta primera tentativa era un insoportable sentimiento de culpabilidad. Yo estaba enamorado de una amiga llamada Nelly. Un día, el 15 de agosto de 1942, es decir en pleno infierno con el exterminio masivo del gueto de Varsovia, salí con Danouta, su gran amiga. Íbamos los dos por una calle y empezó una acción, eufemismo para designar la fase preliminar de los asesinatos en masa. Tomé a Danouta de la mano y huíamos juntos hasta que en un momento perdí su mano y dejé de verla.
Tenía, pues, que decirle a Nelly que no había sabido defenderla y que había dejado morir a su mejor amiga. Era demasiado para mí. Yo no podía confesar mi cobardía, así que la solución era matarme. Finalmente fueron mis padres los que hablaron con Nelly. Ella no […]

Antonio Pombo Sánchez
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